jueves, 1 de agosto de 2019

VIAJAR EN AVIÓN CON BEBÉ

En noviembre del 2018 cogimos un avión de Barcelona a New York para visitar a nuestros amigos que viven allí. Astrid tenía 7 meses y medio y una de las preocupaciones era cómo llevaría el vuelo; aunque de entrada no nos preocupaba mucho, los miedos de los demás y los comentarios que te hacen cuando les cuentas que vas a coger un avión con el bebé, por mucho que no quieras acaban calando y te entran dudas. 

Minutos antes de embarcar

Así que a continuación dejamos algunos consejos que a nosotros nos fueron bien, esperamos que os sean útiles y os animéis a viajar con bebés y niños y poderles ofrecer una experiencia más:

- ¿Mejor llamar por teléfono para reservar? Esta era la primera duda que teníamos. Parece mentira pero cuando tienes un hijo todo lo que era sencillo antes y que ni te planteabas ahora se vuelve más difícil, pero no porque lo sea sino porque nuestros miedos y el instinto de proteger a tu cría lo hacen más difícil. Teníamos dudas sobre el asiento, qué cosas puedes llevar para el bebé... Pero entrando en las páginas web de las diferentes compañías tienes toda la información muy bien detallada. Así pues hicimos la reserva por Internet, a través del buscador Skyscanner, ya que te ofrece la posibilidad de buscar por mes completo y poder ver los días en que los vuelos son más baratos (en la casilla para marcar la fecha marcas "mes completo"). Eso sí, unos días antes de volar llamamos a la compañía para asegurarnos que podíamos llevar hasta la puerta de embarque nuestro carro y qué cosas podíamos subir al avión (volamos con American Airlines).

- ¿Cuna en el avión? La mayoría de compañías ofrecen cunas para bebés de menos de 11kg aproximadamente (depende de la compañía y del avión tiene cunas o no). Al llegar al check-in preguntamos por las cunas pero nos dijeron que ya estaban todas ocupadas y que en principio debes haber reservado los asientos en los cuales se pone la cuna. Pero el chico muy amablemente nos puso en una fila de 4 y como el avión no iba lleno anuló dos de los asientos para poder ir así más anchos con la niña. Para la vuelta fueron los propios azafatos quienes nos cambiaron los asientos (ya que no tuvimos tanta suerte en el check-in).


- ¿Asiento o no para el bebé? Los menores de 2 años no están obligados a ir en asiento, pueden ir en el regazo. Si coges asiento el billete lógicamente es más caro, y según la información de las compañías debes llevar sillita de coche para poder poner al bebé. Así pues, nosotros fuimos sin asiento, y como ya hemos comentado tuvimos suerte y preguntando amablemente nos acomodaron muy bien tanto para la ida como para la vuelta.

- ¿Es mejor viajar de noche? Antes de coger el vuelo leímos que era mejor viajar de noche porque así duermen y se les pasa más rápido, pero nos entraban dudas... ¿y si no duerme? ¿y el cambio horario, si duerme mucho luego qué? Y luego depende del presupuesto y los horarios disponibles (ya que no todos los vuelos y destinos pueden ser de noche o el precio quizás no se ajusta), así que coger un vuelo de noche es una cosa que no está al 100% bajo nuestro control. En nuestro caso, para ir el avión salía a media mañana, así que volamos de día, y para la vuelta salía por la tarde, llegando aquí a les 7h, así que volvimos de noche. No hubo mucha diferencia en las horas de sueño durante los dos vuelos. También recomiendan ir adaptando el horario para evitar efecto jet lag unos días antes, pero no siempre es posible. En nuestro caso Astrid se adaptó bastante bien a los horarios, creemos que lo llevó mucho mejor que nosotros.

- ¿Qué puedo embarcar? Depende de cada compañía, pero en general puedes llevar, además de tu propio equipaje de mano, un equipaje de mano para el bebé y lo que te haga falta para el bebé durante el vuelo (nosotros además llevábamos la mochila de porteo, el cambiador con pañales y toallitas y dos mochilas pequeñitas de bebé con juguetes, comida y ropa de recambio).

- ¿Qué tipo de carro? Teníamos la duda de si el carro debía de ser tipo paraguas o muy plegable, ya que no nos quedaba muy clara la información en la web (para aclararlo llamamos a la compañía). Llevábamos un Bugaboo Cameleon, que son bastante armatoste, y no tuvimos ningún problema para llevarlo hasta la puerta de embarque, donde ahí te lo cargan en la bodega (nos recomendaron unir las dos piezas del carro, así que un poco de cinta adhesiva y listo). Asegurarse que en el check-in ponen la etiqueta al carro.

- Llevar comida, agua y otros en el avión. No hay problema para llevar la comida y agua para el bebé, simplemente en el control de seguridad meten los botes y botellas en una máquina para comprobar que todo está correcto (nosotros llevábamos papillas caseras, un par de botellas pequeñas de agua, suero fisiológico en envases individuales, Apiretal). Para volver de NY tampoco tuvimos problemas.

- ¿Qué cosas nos fueron útiles llevar? Llevar algunos juguetes que le gusten mucho (y no hagan ruido para no molestar a los demás pasajeros), nosotros llevábamos un libro de tela nuevo, así por la novedad estuvo mucho rato entretenida y le encantó. Llevar una mantita, ropa cómoda y una muda de recambio (nosotros la sacamos de casa con el pijama puesto, ya que de la cama la pasamos al coche porque salimos pronto, y luego en el avión ya la vestimos), cambiador, pañales... Y cualquier otra cosa que creáis que va a necesitar.

- Evitar la presión en los oídos: para evitar que por el cambio de presión le duelan los oídos, es aconsejable que durante el despegue y el aterrizaje se le de el pecho, el chupete o el biberón, ya que estar succionando ayuda a evitarlo. El pediatra también me recomendó que antes de despegar le pusiéramos suero fisiológico en la nariz, para evitar que se reseque y porque al estar las fosas limpias es más difícil el dolor de oídos. 

- Embarque: hay compañías en las que las familias con niños pequeños tienen preferencia a la hora de embarque. En nuestro caso no era así, pero también preferimos ser de los últimos en embarcar ya que así estábamos menos tiempo dentro del avión y la verdad es que nos fue bien. 

Tuvimos unos vuelos muy agradables, la niña se portó como una campeona, estaba muy contenta, durmió varios ratos, comió bien... Todo muy bien, ¡así que os animamos a viajar con vuestros bebés!

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